londres, inglaterra
Guillermo I fue coronado en la abadía de Westminster en la Navidad de 1066, y a lo largo de los siglos el recinto ha sido testigo de infinidad de ceremonias reales.
La Abadía de Westminster, una majestuosa combinación de galería de esculturas y salón nacional de la fama, está repleta de tumbas y monumentos conmemorativos dedicados a miembros de la familia real y a figuras históricas británicas. Lo que hoy es un monumento nacional comenzó como una humilde comunidad benedictina en una pequeña isla del Támesis. Inspirado por este sitio, Eduardo el Confesor construyó una iglesia que fue consagrada en 1065, poco antes de su muerte, aunque del edificio original no queda nada a nivel del suelo.
La estructura actual de la abadía tomó forma en los siglos posteriores, beneficiándose de las contribuciones financieras de sucesivos monarcas. La mayoría del edificio actual data de la época de reconstrucción iniciada por Enrique III en 1245. Esta iglesia se caracteriza por tener la nave más alta de Inglaterra. Enrique IV murió en 1413 en lo que se llamaba la cámara de Jerusalén, cumpliendo la profecía de que su vida terminaría en Jerusalén.
Uno de los puntos más notables es la Capilla de Enrique VII, con su impresionante bóveda de abanico, terminada en 1519. Aquí descansan las tumbas del rey y varios miembros de su familia, incluida Isabel I. Aunque Oliver Cromwell fue inicialmente sepultado aquí, sus restos fueron posteriormente exhumados y retirados.
La Abadía no solo es un lugar de descanso para los que están físicamente enterrados allí. Figuras como Geoffrey Chaucer, el doctor Johnson y Tennyson yacen en el Rincón de los Poetas, donde curiosamente Ben Johnson está enterrado de pie. En el Stateman’s Aisle, se rinde homenaje a Isaac Newton entre otros destacados científicos.
Cerca de la entrada oeste, se halla la tumba del Soldado Desconocido y un monumento dedicado a Sir Winston Churchill. En 1998, se añadieron estatuas de mártires modernos en la entrada oeste, y en la cripta se puede visitar un museo con efigies de cera, incluida la de Lord Nelson. Esta rica tapeztría de historia y memoria hace de la Abadía de Westminster no solo un testimonio de la fe y la realeza, sino también un santuario del patrimonio cultural británico.
Experimenta lo Mejor del Arte Gótico Inglés en la Abadía de Westminster
La Abadía de Westminster no es solo un icono de Londres, sino también un espléndido ejemplo del arte gótico inglés que atrae a millones de visitantes cada año. Fundada en el siglo X, esta histórica abadía ha sido el epicentro de numerosos eventos trascendentales de la historia británica, incluyendo coronaciones, bodas reales y funerales. Si planeas visitar este magnífico lugar, aquí tienes una guía útil para asegurar que tu experiencia sea inolvidable.
Visitar la Abadía de Westminster es sumergirse en el corazón de la historia y el arte británicos. Con una preparación adecuada y un poco de conocimiento previo, tu visita será tanto educativa como emocionante. No olvides llevar contigo un buen mapa, mucha curiosidad y tu cámara (¡con restricciones de uso, claro!) para capturar la majestuosidad de este emblema arquitectónico del gótico inglés.